¡Construye!

La psicomotricidad es la psicología del movimiento, conecta el cuerpo, la mente y las emociones. Permite el desarrollo de la persona, de su corporeidad, así como de su capacidad para expresarse y relacionarse en el mundo que le rodea.

La apuesta del Instituto Psicológico de Toledo por la Psicomotricidad, parte de responder a la necesidad de atención requerida por los niños a nivel preventivo o con necesidades educativas especiales. Este servicio da las pautas y estrategias de intervención desde el terreno educativo y terapéutico para ejercitar las funciones psicomotrices o estimular el desarrollo psicomotor global del niño.

En el aula de psicomotricidad el niño vive con placer las acciones que desarrolla durante el juego, es un lugar en el que el niño puede ser él mismo (experimentarse, valerse, conocerse, sentirse, mostrarse). En la práctica psicomotriz se tratan el cuerpo, las emociones, el pensamiento y los conflictos psicológicos, todo ello a través de las acciones de los niños: de sus construcciones, simbolizaciones y de la forma especial de cada uno de ellos de relacionarse con los objetos y los demás.

Algunos de los beneficios de la psicomotricidad son:

A nivel motor, facilitar la adquisición del esquema corporal, ayuda a afirmar su lateralidad, equilibrio, coordinación y ubicación en tiempo y espacio.

A nivel cognitivo, estimula la percepción, crea hábitos que facilitan el aprendizaje, mejora la memoria, la atención, la creatividad, e introduce nociones espaciales como arriba-abajo, a un lado-al otro lado,etc. 

A nivel socio-afectivo, permite que el niño pueda descargar su impulsividad para su equilibrio afectivo, le ayuda a integrarse, a enfrentar temores, fortaleciendo no solo su cuerpo sino también su personalidad y reafirmando su autoestima y autoconcepto.